Febrero 21, 2017 | Consejos,
Normalmente, a los veintitantos años tener casa propia es en lo último que se piensa. Tener veintitantos es, por lo general, sinónimo de gastar dinero, de fiesta, de viajes, de amigos, de bares, de ropa… Pero ya sea que estés por casarte o solamente por la enorme virtud de ser precavido, antes de que cumplas los 30 puedes tener ya el principal patrimonio
Probablemente al tener veintitantos tu menor preocupación sea adquirir una casa propia.
¿Tener casa propia? Generalmente es en lo que menos piensa alguien que aún no cumple los treinta.
Tener veintitantos tal vez sea la edad perfecta para “ser libre”, salir y gastar todo lo que no pudiste o tus padres te limitaron a comprar: cosas como ropa de marca, el mejor calzado, aparatos electrónicos de primera, salidas, cine vip, bares y fiestas… etcétera.
Sabrás que con todas las situaciones que están pasando en el mundo –cambios de gobierno, nuevas leyes, aumento en impuestos y tasas de interés, precios altos y variables de artículos de primera necesidad y combustibles…– es más incierto el futuro.
Pero si te consideras inteligente y visionario, pon atención a esto:
El momento de invertir en una casa propia es ¡hoy!
Sí. Así es.
En este momento puedes hacer tu mejor inversión adquiriendo una casa, ya que puedes aprovechar las tasas que tienen los bancos y las instituciones financieras, las condiciones del mercado, y que –a diferencia de otros bienes– una casa no se devalúa como un auto.
Además, eres joven y probablemente sin compromisos de pareja e hijos que mantener.
Puedes terminar de pagar tu vivienda nueva en apenas unos años, y quizá puedas adquirir una segunda propiedad para rentarla e irla pagando, o bien vivir en ella, dejar de pagar renta y pagar una hipoteca para que al final sea tuya.
Para tener casa propia, éstas son algunas recomendaciones que se aplican más bien si eres un inversionista o comprador joven:
1. Infórmate con algún profesional o investiga sobre los créditos que mejor se adapten a tus necesidades. Revisa a detalle plazos de crédito y tasas de interés para invertir en una casa.
2. Ahorra algo de dinero para pagar, de ser necesario, algún gasto que corresponda a la compra de la casa (separación, pago de avalúo, gastos de escrituración…).
3. Una vez que tengas algún presupuesto, comienza por buscar y comparar todas tus opciones. Acaso éste sea el paso más difícil, puesto que hay demasiadas propiedades en venta. Pero tómate tu tiempo y piensa en algún lugar donde pueda ser fácil encontrar quién busque rentar, o bien en algún vecindario tranquilo para que vivas a gusto.
4. Si ya tienes la casa de tus sueños, entonces, ¡adelante! La mayoría de compra-ventas de casas piden que firmes algún contrato. Lee exhaustivamente cada párrafo, y cerciórate que lo que firmes sea lo que acordaste con el vendedor.
5. Reúne tu documentación y, de ser posible, guarda copias de todo: uno nunca sabe qué pueda pasar con equis o ye papel, que se borra, se pierde o era único.
6. En tu firma de escrituras también pon mucha atención en lo que estás firmando, puesto que será una inversión fuerte.
7. En cuanto te entreguen tu casa, fíjate que todo esté como lo acordaron: espacios, acabados, instalaciones, equipos, colores, medidas, materiales, texturas…
8. Disfruta tu inversión y, de ser posible, realiza pagos adelantados a la deuda, con lo que reducirás considerablemente tu tiempo de pago.
Qué mejor que desde joven sepas lo que significa tener patrimonio propio.
