Febrero 16, 2017 | Sin categoría,
Todas las personas tenemos sueños, metas, ilusiones. Uno de los más grandes anhelos es, precisamente, tener nuestra propia casa. Porque la vivienda es el principal patrimonio y tendremos que pagarla a base de esfuerzo y constancia, estudia estas sugerencias que te presento para que seas más acertado cuando la vayas a comprar
A lo largo de nuestras vidas, las personas tenemos diferentes metas que pueden ir cambiando a medida que crecemos o maduramos o mejoramos o empeoramos, pero hay una que permanece: conseguir nuestro rincón, el lugar donde podamos sentirnos tranquilos, seguros, protegidos. En pocas palabras: todos buscamos sentirnos en casa… en nuestra propia casa.
Y aunque cada uno nos fijamos nuestros propios plazos para concretar ese sueño de acuerdo a nuestras posibilidades, todos queremos tomar la mejor decisión posible.
Sin duda, algo que las personas compartimos es que todos buscamos en algún momento de nuestras vidas adquirir una vivienda, ya sea por generar un patrimonio para la familia, una inversión, cubrir una necesidad, o simplemente para aprovechar las prestaciones que se nos otorgan.
Sabemos que para conseguir el principal patrimonio se debe trabajar con esfuerzo y constancia; por lo que, al lograrlo, genera una gran satisfacción. Porque es un triunfo realmente.
Por eso es muy importante que nuestra casa sea elegida de forma que cumpla con las expectativas ofrecidas y que cubra todas y cada una de las necesidades y aspiraciones que cada usuario tenga.
Para ayudarte a ampliar el panorama respecto a tener una vivienda propia, éstos son algunos puntos que debes considerar cuando compres tu casa:
a) Comparar ubicación respecto a otras opciones.
b) Analizar espacios, funcionalidad y características de sus materiales.
c) Observar la estética al interior, al exterior y en su entorno.
d) Evaluar servicios, cercanía de centros educativos, comercios y clínicas.
e) Informarse de precios, condiciones de crédito y plazos.
Es muy importante analizar las diferentes ofertas para decidir de manera correcta, ya que debemos, sobre todo, recordar que éste será el lugar donde veremos a nuestros hijos crecer, donde podremos en verdad sentirnos en casa.
También debemos recordar que, una vez adquirida, nuestra casa debe contar con mantenimientos periódicos, revisiones y mejoras que vayan cubriendo las necesidades que el tiempo agregue a nuestras vidas.
Es buena idea anticiparse a los nuevos retos por el aumento de los integrantes de la familia, por los cambios de hábitos que vienen con los años y, ¿por qué no?, para cuando la vejez nos cause necesidades diferentes.
También –y muy importante— nuestra casa, al igual que nuestro auto, debe ser cuidada y reparada en el momento oportuno, y no cuando los daños acumulados sean tantos que se convierta en algo difícil de realizar o se convierta en algo muy costoso de corregir.
Sólo me resta desearte que tengas mucha suerte cuando compres tu casa y encuentres la vivienda ideal que, en verdad, se convierta en un verdadero hogar para tu familia.
