Abril 7, 2020 | Sin categoría,
“A diario, yo sé cuánto gasto, y cuánto tengo y cuánto gano”. Esto es lo que todo mundo decimos porque creemos tener dominadas nuestras finanzas personales y familiares. Pero si nos analizamos, nos daremos cuenta que esa afirmación no es tan sencilla de cumplir, empezando porque generalmente olvidamos las cuentas. Te comparto estos 15 consejos –muy sencillos y totalmente realistas y realizables– para ayudarte a que te rinda más tu dinero
Marcela García
La economía personal es algo que se debe cuidar, y ello por muchas razones: para prevenir gastos inesperados, para tener una inversión, para lograr un ahorro y para cumplir con objetivos y metas personales.
Sin embargo, manejar una sana economía personal y ponerla en práctica cuesta trabajo porque nadie te enseñó cómo se hace y no estás acostumbrado.
Pero ¡descuida! Nunca es tarde para empezar a hacer rendir tu dinero.
Este es el momento adecuado para aprender: mediante estos sencillos y totalmente realizables ‘tips’ para manejar tus finanzas personales harás que tu dinero rinda sin problemas.
1.Enlista lo que entra y lo que sale
Confiar en que tendrás bien claro en tu memoria todo lo que ganas y lo que gastas es una trampa de la que tienes que salir ya, y la forma de hacerlo es muy simple: lleva una lista de ingresos y egresos.
Ya sea en un cuaderno, en tu agenda, en una libreta o en un pizarrón, anota todo lo que entra en tu bolsillo (sueldo, otros ingresos) y todo lo que sale de él (pago de deudas y recibos, compras, gastos).
En ese marco apunta los egresos que son fijos, como pueden ser el pago de servicios, tarjeta de crédito, despensa, pago de créditos y préstamos.
También debes mantener escritas tus compras diarias: de esta manera aprenderás a identificar en dónde puede haber fugas de dinero.
2. Considera el ahorro como si fuera gasto
Un buen método para ahorrar es tomar en cuenta tus ingresos y escribir el monto que vas a ahorrar en tu libreta de gastos fijos.
¿Por qué apuntarla? Muy simple: vas a darle prioridad al acto de ahorrar y ya no caerás en el lugar común de que se debe ahorrar solamente el dinero que te sobra.
Mejor considera al ahorro como una cantidad fija mensual, y aumentarás de manera notable tus ahorros. Ese dinero puede ser destinado a las emergencias o en algo de utilidad.
3. Identifica las prioridades
Vivir de manera cómoda es importante, pero esto no quiere decir que se haya que comprar solamente para pasar un buen rato.
Si compras por impulso o el placer de hacerlo, al final el estrés de las deudas acumuladas puede afectar tu salud.
En tu lista de ingresos y egresos identifica cuáles son las prioridades y qué cosas son de las que puedes y debes realmente prescindir.
4. Compara siempre precios
Ya sea porque te come el tiempo o porque no te habías dado cuenta, puedes ahorrar dinero comparando precios antes de comprar.
No te dejes ir con la primera impresión, y cuando adquieras algo asegúrate que el precio sea razonable y vaya de la mano con su calidad.
Investiga si el mismo artículo lo puedes adquirir en otro lado por un precio más barato.
Es frecuente que termines pagando por la fama de la marca, cuando una menos conocida sea igual o mejor que la que estás adquiriendo.
5. Deja los pretextos
No puedes tener un buen inicio si antes no dejas los pretextos: si crees que apuntar tus gastos es imposible o inútil, y analizar qué comprar o no comprar te da flojera, estás poniéndote de antemano trabas en el camino.
Empieza con buena actitud para que no abandones el proceso. Sé disciplinado y constante: cuando menos lo esperes, las tareas anteriores van a ser naturales. Porque si no te disciplinas y no tomas esto con buena actitud, entonces nunca vas a alcanzar resultados.
6. Abandona malos hábitos
Tienes que dejar esos malos hábitos financieros que te impiden tener un bolsillo sano, y un ejemplo clarísimo de esto son los ‘gastos hormiga’, los ‘piquitos’ o las ‘fuguitas’. Son esos gastos pequeñitos que de poquito en poquito van consumiendo tu dinero, y para cuando te das cuenta ya no tienes nada.
Que si el chicle, el cigarro suelto, el tamal de la esquina, la boleada cada semana, la propina para el viene-viene… todos y cada uno van haciéndole un hoyo a tus finanzas.
Otro mal hábito es el de comer diario en la calle: sí, es más fácil ir a que te sirvan la comida caliente a cocinar en tu casa todas las noches para llevarte lunch.
Pero calcula cuánto gastas en comer fuera a la semana, luego al mes y finalmente al año: seguramente la cantidad te sorprenderá.
7. No pongas todos los huevos en una canasta
Si piensas invertir tus ahorros en poner algún negocio, no destines todo lo que tienes a ese proyecto.
La mejor estrategia es sólo invertir una parte de tu dinero.
Esto porque debes estar prevenido para cualquier emergencia que se presente: ya sea un imprevisto de salud o algún pago que no puedas postergar.
8. Deja de pagar lo que no ocupas
Deshazte de todos aquellos servicios que contrataste por impulso y que sigues pagando, aunque no los uses.
Digamos que tienes cable, internet y teléfono fijo… pero jamás ves la tele y hablas todo el tiempo a través de tu celular. Por lo tanto, hay dos cosas aquí de las que puedes prescindir.
Repite este ejercicio con todo lo que tengas contratado para que veas y decidas los movimientos que tienes que hacer para ahorrar.
9. Si viajas, compra con anticipación
Comprar paquetes de viajes con anticipación puede salirte mucho más barato que comprar justo algunos días o semanas antes de tu viaje.
Eso influye muchísimo en el precio que te encontrarás, ya que, entre más se acerca la fecha del viaje, más caro es todo lo relacionado (pasajes y hospedaje).
Otra opción es viajar en temporada baja. De esta manera el viaje, además de ser más barato, tendrá la posibilidad de disfrutado con el destino turístico sin el mar de gente que hay en temporadas altas.
10. Ahorra también para el retiro
Es importante que también tomes en cuenta ahorrar para el retiro.
Una recomendación que hacen las instituciones como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público es la de hacer aportes voluntarios a tu afore.
Con eso aumentarás el capital que tendrás para tu etapa de jubilación y no estarás limitado sólo a lo que automáticamente se conservaba para tu fondo de retiro.
Si no tienes idea de cuál es tu afore, infórmate en tu empresa o en tu banco y pon manos a la obra para que comiences a tener control sobre tu retiro.
También considera contratar un seguro de gastos médicos mayores, para que estés protegido contra cualquier accidente o enfermedad.
11. Mantente informado
Se trata de educarte constantemente sobre finanzas personales y productos financieros como tarjetas, seguros y créditos.
Asesórate, ya sea a través de artículos o con expertos para que aprendas a tener un mejor control de tus finanzas y lo lleves a la práctica.
Instituciones como la Comisión Nacional para la Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) tienen información de mucha utilidad y con la cual puedes aprender de manera divertida y muy sencilla sobre finanzas.
Investiga y mantente informado para que tengas una mejor orientación al momento de elegir algún servicio financiero o para evitar ser víctima de fraude.
12. No apliques el tarjetazo y sé totalero
Instituciones como la Condusef insisten constantemente es que si tienes alguna tarjeta de crédito no trates de dar tarjetazos sin ton ni son, y que seas totalero con los pagos.
Ser totalero es que pagues la totalidad de tu deuda para no generar intereses, ya que éstos a la larga se van acumulando y haciendo el adeudo más grande hasta el punto en que te ocasionan gastos y hasta problemas posteriores.
Recuerda que la tarjeta de crédito es una herramienta buenísima para apoyarte con los gastos y sacarte de algún apuro, pero no es una extensión de tu sueldo.
13. Conoce tu capacidad para las deudas
Parte de hacer un balance de tus finanzas tiene que ver con conocer tu capacidad para poder adquirir deudas; es decir, cuánto del presupuesto que tienes registrado puede ser destinado al pago de las deudas.
Así sabrás con cuánto endeudarte cuando tengas que hacerlo.
Para saber tu capacidad de pago acude a tu lista de ingresos y egresos: divide éstos en ingresos fijos y variables/gastos fijos.
Lo ideal es que tus gastos fijos sean menores que tus ingresos, pues eso te provee de capacidad de pago. Si éste no es el caso, debes comenzar a recortar.
14. Hazte cargo de las deudas
Nuevamente hablemos de los gastos fijos. Las tarjetas de crédito son un ejemplo de esto, y hay quienes se la pasan pagando las cuotas mínimas. En ocasiones ya liquidaron el costo del artículo que compraron, pero siguen pagando intereses.
Asimismo, hay que ser responsable con el uso de los créditos y liquidar lo más pronto posible para mantener un buen historial de crédito.
También revisa tu información en el buró de crédito para que sepas cómo estás evaluado y si hay alguna irregularidad como créditos que tú no solicitaste.
Todas las personas tienen derecho a consultar su historial una vez cada 12 meses sin costo alguno.
15. Usa los créditos para objetivos específicos
Si piensas solicitar un crédito, úsalo en algún plan específico y no para andar comprando cosas que no son de mucha utilidad.
Cualquier tipo de crédito que adquieras, cuídalo para que tengas un buen historial y las instituciones financieras puedan seguir confiando en ti.
Nadie manejará tus finanzas mejor de lo que tú lo harás. Cada quien tiene planes de vida y necesidades diferentes.
Cuando aprendes a manejar tu situación financiera para hacer rendir tu dinero, es menos probable que tengas dificultades económicas: piensa que estás sembrando para cosechar en un futuro.
Si consideras que estos consejos te han sido de utilidad, por favor déjame tu opinión en los contactos que aparecen en esta página.