Mayo 21, 2020 | Sin categoría,
Hay una diversidad de atributos y virtudes que son normas morales y que nos acotan y guían en nuestros actos. Son los valores. Seguirlos nos hace diferenciar lo bueno de lo malo. Esas cualidades nos ayudan a ser mejores personas y, en consecuencia, a conformar una mejor sociedad, promoviendo la integridad desde nuestras familias. Vivir con valores y hacer a nuestros hijos vivirlos desde el seno de la familia son factores básicos para mantenernos como personas de bien
Norma Rendón
¿Qué son los valores? Son el conjunto de cualidades que las personas vamos adquiriendo desde que llegamos al seno de nuestra familia, y que con el paso de los años nos van haciendo mejores individuos a través de nuestras conductas y acciones dentro de la sociedad.
Cabe resaltar que para que los valores sean practicados debe haber tres condiciones básicas en el ser humano: la vida, la libertad y el amor.
De ahí la gran importancia de que los padres, desde el hogar, enseñemos a nuestros hijos desde la crianza a actuar mediante las buenas conductas y los principios con lo más elemental: el amor y respeto hacia los demás.
Un niño es el reflejo de sus padres, y por ello debemos ser el ejemplo a seguir para nuestros hijos.
Dentro de los valores más importantes a enseñar a diario desde el hogar resaltan los siguientes:
Respeto– Condición de que es algo digno y debe ser tolerado.
Honestidad– Conducta con rectitud, justicia y honradez.
Lealtad– Respeto y fidelidad a los principios morales propios y a los compromisos establecidos hacia alguien.
Responsabilidad– Cumplimiento de obligaciones, o el cuidado de responder al tomar decisiones.
Trabajo en equipo– Trabajar juntos por un solo fin; colaborar con otros.
Humildad– Ser modesto y respetuoso con los demás; saber poner a los demás por delante de uno mismo.
Gratitud– Se ejerce cuando una persona experimenta aprecio y reconocimiento por alguien que le prestó ayuda o algún beneficio.
Para llevar a cabo los valores antes mencionados es importante hablar con nuestros hijos sobre la importancia de compartir nuestras pertenencias, asignarles responsabilidades en casa desde pequeños, mostrarles las consecuencias de sus actos y decisiones, fomentar la generosidad hacia con los demás y actuar con tolerancia a la frustración, entre muchos otros ejemplos.
En conclusión, procuremos conducirnos siempre con disciplina e integridad, siendo el modelo de nuestro entorno, con la responsabilidad que tenemos de enderezar a nuestra sociedad con el ejemplo, aún más en los tiempos actuales.
