Noviembre 3, 2023 | Estilo de Vida,
Isabel Zamora
Actualmente deambulamos entre dos corrientes artísticas y conceptuales muy significativas.
Una, el maximalismo, derivado de la teoría de Karl Marx y sus seguidores, refiriéndose a la tendencia de mantener actitudes extremas –sobre todo en política, economía, sociología y filosofía–, ideas que obviamente han llegado tan lejos que hasta la actualidad influyen en nuestra vida.
Por el contrario, el minimalismo es volver a lo esencial buscando la practicidad y la pureza. Esta corriente cobró fuerza sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la falta de recursos nos obligó como sociedad a hacer más con menos. Y aunque ya no somos el mundo de la posguerra, definitivamente la huella que dejó en las generaciones anteriores sigue permeando en la nuestra.
Aunque estas dos formas de pensamiento son completamente distintas y pudiera parecer que debemos elegir entre una u otra para dar un mensaje o no renunciar a lo que nos gusta, lo cierto es que podemos combinar ambas –dependiendo de nuestra personalidad y gustos, claro está.
Las siguientes sugerencias te ayudarán a implementar un ambiente equilibrado, sin caer en lo aburrido.
– En la arquitectura y la decoración, podríamos optar por tener una construcción con materiales puros y sin tanto revestimiento. Por mencionar, el concreto sin pintar o el ladrillo sin empastar, apegado a lo simple, contrastando con una decoración más atrevida que incluya muebles de color, espejos con formas no tradicionales, cuadros con colores vibrantes y decoraciones que reflejen tus gustos.
– Y si ya estamos combinando estilos, puedes tener un baño minimalista, usando objetos básicos y necesarios para que sea funcional, con colores neutros y materiales naturales como madera o mármol.
– Pero tu recámara maximalista, añadiendo decoraciones representativas para ti, aunque no sean tan prácticas pero que te gustaría tener en ese espacio ya sea figuras de colección, libros, plantas, paredes de colores vibrantes e incluir texturas.
Usando una paleta de color, puedes añadir decoración que combine con la de otro espacio, por ejemplo, una cortina de baño con tonos similares a los de la recámara. Es un elemento útil que ayuda mantener la esencia extravagante sin dejar de ser práctico y simple.
Aunque puede leerse difícil, combinar estilos es muy sencillo y no necesitas todo un equipo: basta con pintar una pared o agregar accesorios a ese rincón que no sabes cómo integrar al resto.
