Agosto 25, 2020 | Consejos, Entretenimiento,
El trabajo en casa tiene muchos más alcances que la simple labor sin ir a la oficina: no es descabellado reflexionar en que ahora la compra de una casa podría ya no estar determinada por la ubicación, pues ya no implicaría su lejanía de la oficina ni el transporte diario. Veamos por qué.
Adriana Zapién
La pandemia del Covid-19 ha derivado en múltiples predicciones de expertos en todo tipo de materias. Predicciones y construcción de escenarios, que en base a muchos datos tratan de dar pauta de cómo será el mundo a partir del rompimiento de todos los patrones y estilos de vida con la aparición de virus SARS-CoV 2.
Entre todo lo que se visualiza sobre cómo cambiarán nuestras vidas está lo relacionado con la adopción del ‘home office’ como una alternativa para que las empresas cuiden la salud de los colaboradores.
Si bien el home office no es para todos –ya que hay actividades que no pueden hacerse a distancia–, una gran parte de las actividades perfectamente se puede alinear a esta modalidad que ya era una tendencia en progreso relacionada con mejorar la calidad de vida de los trabajadores dentro de las prácticas de responsabilidad social empresarial antes del coronavirus, y que a partir de éste vino a acelerar la implementación rompiendo paradigmas y dando buenos resultado en la mayoría de los casos.
La modalidad de trabajo en casa hará que la ubicación de la vivienda ya no sea importante, pues generalmente las personas buscaban tener su casa cerca de sus centros de trabajo que de ordinario están cerca de los puntos financieros donde se concentra una gran cantidad de oficinas y que resultaba a veces inaccesibles comprar ya que la ubicación elevaba los precios considerablemente.
En el mes de mayo de 2020, la BBC recopiló las predicciones de 12 expertos en sus temas que –aunque estaban enfocados en su entorno europeo y sobre todo británico– aclaraban que eran exportables y adaptables a cualquier parte del mundo porque en este siglo XXI la globalización alcanza cada rincón y replica tendencias según la escala y la realidad de cada nación.
Una de esas predicciones era la del editor de negocios Simon Jack, quien pone en la mesa la gran pregunta de las empresas que a partir de la pandemia están bajo proceso de reordenamiento y reingeniería:
¿Realmente se seguirán necesitando tantos metros cuadrados de oficinas en las ciudades con personal que dependerá de un abarrotado transporte público?
Y con un abanico de múltiples respuestas todo indicaría que el trabajo en casa podría hacer que la llamada y desgastante hora pico pase a la historia, pues las personas se moverán menos… pero seguirán siendo productivas.
Antes, el tema del tráfico era un factor determinante para la decisión de compra de una vivienda. Pero hoy la ubicación ya no importará, aun cuando la modalidad de trabajo sea mixta.
Si se busca comprar una vivienda nueva se pondrá atención cada vez más en conseguir la mayor cantidad de metros cuadrados y las mayores amenidades a mejor precio, pues la obtención de mayor espacio asequible cerca de los centros financieros era algo qué difícilmente se podría lograr debido a que el suelo es presionado por la especulación.
Si se está en busca de una casa nueva, es la oportunidad para aprovechar que el home office llegó para quedarse; y que lo que antes nos parecía lejos, ahora puede no importar, pues el mundo digital rompe la barrera de la distancia.
