Mayo 23, 2020 | Consejos,
Hay un dicho que cita que “Es mejor tener un seguro y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo”. Es muy sabio. Pensar en un grave imprevisto no es ser pesimista ni fatalista. Aquí te comento lo importante que es tener un seguro de casa, por qué y cuáles son las opciones que existen en el mercado
Adriana Zapién
En nuestra economía familiar estamos acostumbrados a tener bien claro cuáles son nuestros gastos fijos mensuales y nuestros gastos anuales, y de ahí generamos nuestro ahorro para vacaciones o la reserva para los imprevistos.
Y, precisamente, a los imprevistos los debemos tener cubiertos… pero no con nuestros ahorros, ni con el fondo para éstos, sino con un seguro.
No hay que perder de vista que esos imprevistos pueden desestabilizar nuestra economía familiar de una manera muy dramática, y nuestra casa no está exenta de sufrir alguno de estos.
Debemos dejarnos claro que pensar en algún grave imprevisto en nuestra casa no significa que seamos fatalistas o negativos, sino que es un tema solamente de prevención, ya que la vivienda forma parte nuestro patrimonio familiar y hay que tenerla protegida.
Muchos mexicanos somos muy poco conscientes de los riesgos que corre nuestro patrimonio por el predominio del pensamiento mágico de “Eso no me va a pasar a mí”, pero los riesgos van desde un robo a casa habitación, o desde un desastre natural hasta un incendio por algún descuido o mala instalación eléctrica o de gas.
Todos los riesgos existen en todo momento por el aumento de la delincuencia, el cambio climático o algún accidente que en un pestañeo de ojos ocurre.
La buena noticia es que los costos de los seguros para casa habitación, en proporción a los de auto, son más accesibles, y también que los proveedores de este servicio dan opciones para hacer pagos mensuales que pueden contemplarse dentro de nuestro presupuesto familiar
Los seguros para casa habitación pagan una prima promedio anual de oscila entre 1,800 y 3,000 pesos.
Las categorías de los seguros se clasifican en cuatro grandes apartados:
1.- Seguro de contenidos.
2.- Seguro contra robos.
3.- Seguro de desastres naturales.
4.- Seguro de incendio.
Y éstos incluyen, según el caso, gastos extraordinarios que pagan renta de otra vivienda mientras se realizan las reparaciones de la casa.
No escatimes en un seguro y nunca pienses que –como no lo utilizas– es un gasto inútil.
Al seguro considéralo como una inversión para la protección de tu patrimonio, pues trabajas muy duro para haber logrado tu propiedad. No vale la pena correr el riesgo de que pueda ser dañado en su estado o sus contenidos.
Por eso con un costo anual que puede ir de los ya mencionados 1,800 a 3,000 pesos se pueden hacer pagos mensuales desde 150 a 250 pesos.
Vale la pena salir de tu casa tranquilo y dormir tranquilo sabiendo que cualquier imprevisto que se tenga respecto a nuestra vivienda o sus contenidos estará cubierto por el seguro.
¡Ah! Pero no olvides que la prevención también está en tomar medidas para minimizar cualquier riesgo, teniendo precaución en todo momento respecto a los temas de riesgo como no sobrecargar instalaciones eléctricas, u obligado instalar protecciones en las viviendas contra robo.
Por ello es muy sabio el dicho aquel de que “un seguro es mejor tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo”.
Fuente: Condusef.
