Agosto 25, 2022 | Estilo de Vida,
Iluminación + arquitectura
Uno de los pilares de la mayoría de los conceptos inmobiliarios es la incidencia de los rayos solares. Es la luz natural, pues, parte de la estructura del hogar, y no solamente algo incidental o pasajero durante el día.
Alejandra Manzo
Aunque hay arquitecturas –no tan numerosas– que tienden a espacios con luz artificial para crear diversos ambientes, durante los últimos años se ha vuelto predominantemente imprescindible el diseño de casas con espacios amplios, distendidos, vistas plenas y en contacto con la luz natural.
Es por eso que cada vez más arquitectos, focalizados en la iluminación del espacio, planean y crean entornos en donde las personas se sientan mejor, aumenten su motivación y su productividad y eleven su energía.
Una iluminación correcta influye en esa sensación de bienestar al reducir el cansancio y darnos ese empuje que necesitamos día a día para realizar nuestras labores diarias.
“Las aberturas y fachadas vidriadas deben ser capaces de contemplar los espacios en pos de la salud donde no solo importan las particularidades físicas y la ausencia o presencia de enfermedades, sino donde también se vuelve fundamental hacer foco en el goce, el confort, la comodidad y la satisfacción a nivel social, mental y físico”, señala un precepto arquitectónico que pondera la luminosidad.
Es por eso que hoy en día y de cara al futuro debemos prestar particular atención al elegir un hogar en donde percibamos la luz natural y que incida en espacios amplios.
Y además del beneficio estético, psicológico, fisiológico y con efecto en las interrelaciones personales y familiares, la luz natural reduce costo y resalta la belleza y el estado real de nuestro espacio último y más íntimo como es nuestra casa.