Octubre 25, 2023 | Sin categoría,
Gaby Falcón
Hace no mucho escuché hablar sobre la hormona del cortisol y todo lo que puede desencadenar en nuestro organismo. Y te digo que mi primera reacción fue de asombro, a tal grado de preguntarme: ¿por qué no supe de esto antes?
Al escuchar hablar a la doctora Marian Rojas Estapé sobre la felicidad y de cómo está directamente relacionada con la esta hormona del cortisol, inmediatamente quise saber más.
Se dice que la felicidad consiste en conectar con todo lo bueno que pasa cada día, y parte de la inteligencia emocional también es saber cómo gestionar lo malo y cómo reaccionamos a las adversidades.
Si te dijera que el cortisol –la principal hormona del estrés– está directamente relacionado con esto, pero me refiero al exceso de cortisol, éste que se genera por un estado de inflamación crónica.
Y es que son muchos factores permiten este estado de intoxicación tales como no dormir bien, comer alimentos que no son sanos para nuestro organismo, el exceso de estrés de esta vida moderna, o no saber gestionar correctamente nuestras emociones y los sobre-estímulos de las redes sociales.
– Parte de esto es haciéndonos responsables de nuestros hábitos y nuestras emociones, cultivar la mente, el alma y el cuerpo.
– Se dice que somos los que pensamos: hay que darnos cuenta de que lo que pensamos se refleja directamente en nuestra salud. No es lo mismo tener en nuestra mente pensamientos negativos cíclicos que provoquen estrés, a que esa vocecita que está en la cabeza que se vuelve un aliado, un porrista que nos llena de pensamientos positivos.
– Ahora bien, es muy sabido que los buenos hábitos y la disciplina constante derivan en resultados positivos.
– Practicar ejercicio con regularidad. De esta manera fomentamos la producción de serotonina y dopamina, hormonas que reducen la ansiedad y apoyan con la depresión.
– Aprender a gestionar las emociones e identificar las situaciones y personas que nos provocan estrés.
– El mindfulness –o mente plena y atenta– ayuda a conectar con la respiración y nos aleja del bullicio. Esto también contribuye a bajar los niveles de inflamación y ayuda con el estado de ánimo.
– En la alimentación podemos encontrar aliados como el Omega 3. Su consumo y una dieta balanceada, libre de grasas saturadas y productos procesados, también apoyan a bajar los niveles de cortisol.
