Abril 25, 2020 | Estilo de Vida,
De la vista nace el amor: tanto en tu relación de pareja como de tu casa nueva
Sin duda que la atracción y el enamoramiento brotan de la contemplación. Tanto en la manera como nos flechó nuestra pareja, al igual que en el anhelo ahora concretado desde que fuimos viendo y apegándonos a la casa nueva que siempre habíamos querido
Alberto Gil Mota Velasco
¿Cuántas veces hemos escuchado que “de la vista nace el amor”? Hemos visto muchas películas en donde hay encanto al primer encuentro, presencial o virtual. Sin embargo, no todo lo que se ve es lo más exacto o real.
Hace días tuve la oportunidad de hacer la entrega de una casa nueva a una pareja de jóvenes, quienes me comentaron que para llegar al gran logro de tener casa propia tuvieron que pasar por etapas varias para llegar al amor maduro.
Ellos tenían razón.
De la primera vista que tuvieron de los diversos modelos de casas surgió la decisión, como pareja, de hacerse de una vivienda nueva. La intención ya la tenían desde tiempo atrás, hasta que tomaron esa decisión y pusieron manos a la obra en materia de la acción.
La decisión de comprar una casa nueva llegó solamente hasta que su relación como pareja se consolidó, pues de otra forma no hubieran emprendido tan importante paso.
Para poder llegar a un amor consolidado, uno pasa por 6 etapas:
La primera de ella es el enamoramiento, que es aquella fase en la cual entablan una plática derivada de la atracción. Sin embargo, aún no hay sentimientos involucrados al 100%, y comienzan a salir y les va gustando estar juntos conversando de sus vidas y pensamientos. Se fortalece el deseo de conocerse más. Esta etapa dura de 3 a 18 meses.
Luego llega la fase del acercamiento y vinculación como pareja, que es cuando la emoción comienza a crecer exponencialmente y el romance comienza a ser mucho más intenso. Se comienza a diferenciar el tú, el yo, el nosotros. Dura de 18 meses a 3 años.
Posteriormente se entra la fase de convivencia, que es cuando comienzan a compartirse anhelos y metas personales y a fijarse objetivos como pareja aunque estén conscientes que tal vez sí o tal vez no lleguen al matrimonio. Duración: entre 2 y 3 años.
La fase de auto-afirmación es cuando se debe hacer un balance entre los objetivos personales y se encuentra ahí el reto del equilibrio. Dura 1 año. En este momento podemos hablar que es un “amor maduro”. En esos momentos empiezan a conocer sus virtudes y defectos y a aceptar verdaderamente a su pareja con quien han decidido emprender esta gran aventura de la vida.
Sigue la etapa de la colaboración, que va desde los 5 hasta los 15 años, y es en la cual si la pareja quiere sobrevivir debe tener mucha comunicación, pues la pareja comienza a tener hijos y afloran muchas tensiones que desgastan la relación.
La última fase llega entre los 15 y 25 años: el proceso de la consolidadora adaptación, en el cual se da el fenómeno del “nido vacío” que es cuando los hijos se ausentan muy seguido y muy prolongada o definitivamente de casa, y las parejas deben de volver a reencontrarse y conocerse para poder sobrevivir. Aquí aparecen rutinas nuevas en la relación. En ocasiones las parejas caen en depresión o anulación del otro, dado que se habían centrado tanto en los hijos que se pierden ellos y es labor mutua reencontrarse.
Como vemos, para comprar su casa nueva esa pareja tuvo que hallarse en y entenderse desde las fases iniciales del enamoramiento, estudiar sus posibilidades económicas y lanzarse.
Y sin duda que el enamoramiento de su casa nueva les brotó desde la primera y las subsecuentes visitas a la casa muestra. Fueron madurando la idea, hasta que todo se concretó. “De la vista nace el amor”, una máxima muy sabia.
