Abril 17, 2020 | Estilo de Vida,
Ya sea si te gustan artículos de carros, de viajes, de política, de historia, de biografías; o cuentos, novelas o poemas, en la lectura hallas siempre una mina inagotable de conocimiento, de placer, de serenidad y de distracción. Leer no solamente te engrandece y cultiva, sino que te hace mejor redactor y mejor conversador
Érika García
Te has peguntado: ¿cómo puedes aprender cosas nuevas? ¿qué puedes hacer para relajarte y no sentir tanto estrés, estar más concentrado y mejorar tu memoria?
Los hábitos de lectura nos permiten mejorar nuestra inteligencia emocional –atributo que gran valor ha tomado en los últimos tiempos–, ser más creativos y más analíticos, tener sentido de alerta y concentración. Leer nos permite mejorar enormemente nuestra gramática y nuestra ortografía.
Cuando entremos en edad adulta/vejez, las enfermedades propias de la edad tales como el Alzheimer o demencia senil avanzan mucho más despacio, ya que leer nos ayuda a mantener saludable nuestro cerebro.
Empezar a leer no es fácil. Leer no lo debemos ver como una obligación y un deber. Lo debemos ver como nuestro momento para adquirir nuevos conocimientos, nuestro espacio para disfrutar.
Tenemos una gama demasiado amplia de libros para escoger (sagas, autores, ciencia ficción, superación…), que nos puede confundir; pero podemos empezar poco a poco, con artículos de revistas y periódico –impreso es mucho mejor–. La poesía es buena opción, ya que en su mayoría está compuesta por versos, párrafos pequeños y es de fácil lectura.
Es por eso que te muestro estos sencillos pero útiles pasos para que empieces a leer:
1. Elige un libro, una revista, o un artículo que te guste y te llame la atención.
2. Define en qué tiempo disfrutarás de tu lectura: puede ser al reposar, antes de levantarse o al disponerse a dormir.
3. Dedícale el tiempo que puedas. A veces, en verdad no te puedes separar de la lectura de un libro: te atrapó.
4. Socializa con personas a las que les guste leer. Eso te induce y a la vez motivas a otros a leer o a intercambiar libros y revistas.
5. Siempre lleva tu libro contigo para que puedas aprovechar el tiempo que tengas disponible. Se puede ofrecer durante una espera.
6. Si no te gusta la lectura que escogiste, cambia: se vale cambiar.
7. Procura estar alejado de cualquier distracción mientras lees.
8. Ten a la mano una libreta para hacer tus apuntes, así como un diccionario para que puedas aprovechar aún más tu lectura.
9. Y, sobre todo, comparte lo que lees y aprendes con tu familia y amigos, pues te da tema de conversación o argumentación.
Tener hábitos de lectura es fascinante: te hacen trasladarte a otros lugares y enriquecer tu cultura y darte elementos para una inteligente conversación.
Ten fe, ten paciencia y mantén viva tu esperanza de que, en tiempos difíciles, en ti mismo está el sacar todo lo bueno que tienes.
